La gijonesa María González, Mariuca, es una lateral izquierda moderna dentro del contexto del fútbol femenino. De perfil ofensivo y con capacidad para adaptarse a diferentes estructuras tácticas, su potencial físico y técnico la convierten en una pieza fundamental en las diferentes fases del juego. Su excelente capacidad para generar amplitud y profundidad obliga al rival a abrirse, creando espacios interiores. Además, su energía y despliegue físico contagian al equipo y elevan la intensidad colectiva. En contextos de bloque alto o de transiciones rápidas, su perfil es determinante para mantener la estructura y el ritmo competitivo.